lunes, 23 de febrero de 2009

El gran capitán.

Crecí viendo a Raúl. De niño como ídolo goleador, de adulto como referencia personal, referencia de profesionalismo, de casta, de lealtad, sobre todo de perseverancia y autosuperación, sin ser nunca un Crack ha ido batiendo records gracias a su fuerza de voluntad, a ese inconformismo que lo hace darlo todo para ser mejor cada día, esa capacidad de ser incombustible que lo ha hecho llegar a situarse como el mas grande jugador que haya vestido la camiseta del Real Madrid.

Con 311 goles( y contando) tomando en cuenta que todavía le quedan unos cuantos años de fútbol en sus botas, pasaran muchas décadas hasta que el mundo vuelva a ver a un jugador así, sin ser nunca un diez en nada, siempre fue un ocho en todo, y eso es lo que le permite ser un mito viviente. El no ser un dios del fútbol, pero el ser ese humano vulnerable que se dio a la tarea de lograr lo humanamente imposible, que a través de innumerables batallas y odiseas ha logrado lo que pocos, alcanzar el olimpo del fútbol.

Cuando en algunos años, Raúl cuelgue las botas, y nos deje a la espera de su heredero, muchos yo incluyendome lo sentiremos a mucho pesar, pero aun así se que podre decir que vi jugar al gran capitán, y que su ejemplo dentro y fuera de la cancha, me sirvió como espejo para, día a día, intentar dar lo mejor de mi, ese es para mi el verdadero legado de Raúl.

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